Educar en casa es un término que muchas veces no resulta adecuado. A veces me gusta más llamarle Educar en Familia, pero tampoco esos son nuestros límites. Cuando uno decide no enviar a los hijos a la escuela EL MUNDO se convierte en el salón de clases.
Ayer tuvimos la primera clase de natación de McQueen. Preferimos iniciar con lecciones individuales y más adelante incorporarlo al grupo de natación con niños de 3 y 4 años. Las lecciones no fueron en casa y no fueron precisamente en familia; fue una instructora quien le enseñó sus primeros "pasos". Pero estábamos acompañándolo: su mamá, su hermanita, sus abuelos paternos y su tía, animándolo y conviviendo en familia.
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Simpatizó rápidamente con la instructora. |
Uno de los temores más comunes entre los homeschoolers primerizos es no
ser capaz de equilibrar las actividades académicas con las físicas. Eso
tiene una solución sencilla, en nuestra familia decidimos iniciar con
clases de natación, que además de ser un deporte muy completo, es una
habilidad de supervivencia básica. De acuerdo con lo que he leído, la natación ayuda al correcto crecimiento de los huesos y articulaciones,
al desarrollo del sistema cardiovascular y a la eficiencia del trabajo
del corazón. Prepara a los niños para un mayor rendimiento físico en
otros deportes, y les brinda seguridad en sí mismos.
Más adelante veremos qué intereses
surgen en nuestro hijo, para elegir las clases o deportes que
practicará. Pero jamás he conocido un niño que no disfrute del agua.
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Explorando mientras su hermanito aprende a nadar. |