Una de las mayores bondades de educar sin escuela es la libertad que tienen los niños para seguir sus intereses y aprender de cosas que no estarían en un temario escolar.
Ante el interés de McQueen por la maquinaria de construcción, papá decidió llevarlo a conocer un verdadero sitio de obra, donde pudiera apreciar los vehículos, el proceso y el trabajo de las personas.
La visita fue todo un éxito: lo primero que vio al llegar fue un par de bulldozers, después visitaron casas en obra gris, vieron un edificio antiguo perteneciente a la hacienda que hace muchos años estaba ubicada en la ahora zona de construcción, observaron el trabajo de los obreros e incluso tuvo la oportunidad de subirse a un camión (trompo) de concreto para dar la vuelta y sonar el claxon.
Cuando regresó a casa estuvo jugando con plastilina y camiones de juguete, hacia bloques, ladrillos y jugaba a poner concreto. En su oración nocturna le pidió a Dios que la casa antigua se arreglara y fuera nueva otra vez, creo que le gustó mucho.
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