Ya casi inicia el periodo escolar, pero nosotros no hemos descansado del todo, seguimos "estudiando" todos los días, pues el homeschool no es una escuela chiquita, sino un estilo de vida. El estilo de amar el conocimiento y trabajar juntos para lograrlo :)
Saber clasificar es una de las habilidades precedentes a las matemáticas. En esta ocasión mi hijo de 3 años estuvo clasificando pompones por colores, lo que involucra, entre otras cosas, la motricidad fina, que debe practicar en diversas actividades ya que no está muy interesado en colorear todavía.
Los materiales son sencillos y a él le gustan mucho este tipo de juegos: una bolsa de pompones de colores del mismo tamaño y recipientes suficientes para separar cada color. Pueden utilizarse pinzas pero él dijo que tenía sus manos cansadas (de usar el iPad, será?).
Despúes de separarlos, el juego derivó en servir helados, cada color era un sabor diferente, y podías pedir de un solo sabor o combinado. McQueen era el señor de los helados y yo era el cliente, me gustó la idea de relacionar colores y sabores, pues estimulaba la agilidad mental y la relación.
Otra manera de jugar, utilizando los mismos materiales, es agregando un número a cada recipiente, y que el niño cuente los pompones para llenar el vaso de acuerdo al número señalado.
Lo maravilloso de educar en casa es que el aprendizaje puede ir entretejido con el juego, la creatividad y la imaginación de cada niño. Que se logra al paso de cada uno, y que los papás podemos cambiar o modificar las actividades de acuerdo a los avances e intereses que veamos en nuestros hijos. Por ejemplo, McQueen no hizo estas actividades el mismo día, porque él es muy inquieto y no tiene periodos de interés muy largos, así que para nosotros, lo ideal es hacer varias actividades cortas y distintas cada día.
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