Una de las características de los niños que aman aprender es, obviamente, la curiosidad.
Hace unos días tuvimos a un sobrino como invitado en casa, como mi hijo tenía su clase de Ciencias y le pedí a mi sobrino que buscara algo que le interesara ver en el microscopio. Su elección fue ideal: una pluma de ave.
Así se veía a través del microscopio:
Así la dibujó mi hijo en su cuaderno:
Estuvieron muy entretenidos viendo hormigas, agua de charcos, cabello humano. Quién pensaría que con tantos juguetes a su disposición, fuera un microscopio lo que les llamara tanto la atención.
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