martes, 22 de mayo de 2012

Decorando Huevos de Pascua

Los huevos de Pascua decorados son una tradición extranjera, pero sana y divertida para los niños.

Este año guardé dos docenas de cascarones de huevo para decorar. Pueden hacerse de distintas maneras, pero la que más me gusta es el estilo "kermesse": vaciar los cascarones por la punta del huevo, lavarlos, e irlos guardando con semanas de anticipación. Hay personas que prefieren cocer el huevo, otros que con gran habilidad sacan el contenido por un agujerito del tamaño de una cabeza de alfiler e incluso hay quienes compran huevos de plástico para llenarlos con chocolates o juguetes.
Afortunadamente mi hijo adora comer huevos en el desayuno.

Nosotros pintamos los cascarones con pintura digital, aunque utilizamos pinceles para que McQueen se sintiera todo un artista. Los rellené con dulces y después los tapé con papel de china y pegamento blanco.

El Domingo de Resurrección escondimos los huevos en el jardín y los niños (estábamos de vacaciones con la familia) salieron a buscarlos después de escuchar esta historia que leí hace algunos años:

"El día que Jesús fue puesto en el sepulcro, un conejito blanco que vivía cerca del lugar vio la tristeza de las personas que sepultaban el cuerpo. Se dio cuenta que la persona fallecida debió haber sido muy buena porque todos estaban muy apenados con la pérdida. Al día siguiente, cuando Jesús resucitó y abandonó la cueva en la que lo habían depositado, el conejito se frotó los ojos con sus patitas delanteras, incrédulo, pero pronto comprendió todo. Estaba feliz, tan feliz de presenciar aquel milagro que fue por las casas repartiendo huevitos de colores e informando a todos de lo sucedido".

La experiencia fue muy gratificante. Semanas después, McQueen todavía platicaba sobre la aventura que vivió buscando huevos de pascua.